Renovación de Matrimonios con Cristo
Restaurando la intimidad con Dios
Hay días en que el corazón se siente agrietado. Donde las promesas parecen lejanas y el amor, cansado. Pero es justo ahí donde Jesús se presenta no como juez, sino como restaurador. Él no desecha lo que está roto; lo toma entre sus manos y lo hace nuevo.
El matrimonio necesita momentos de reparación. No porque haya fracasado, sino porque es humano. Y restaurar no es volver atrás: es construir con más sabiduría, más profundidad, más gracia.
🛠️ Jesús no solo quiere sanar heridas, quiere darles propósito.
🌅 Lo que parecía terminado puede convertirse en un nuevo comienzo.
💞 Restaurar es volver a verse con ojos de amor, con la mirada de Cristo.
Este día es una invitación a dejar que Jesús toque lo que duele, sane lo que se perdió y reavive lo que aún late. La restauración no siempre es ruidosa; a veces es una oración sencilla, una palabra de perdón, un abrazo que dice: “Sigamos”.
📖 Al leer el capítulo completo, descubrirás que nada está tan roto que Jesús no pueda restaurar. Porque en sus manos, lo que parecía arruinado puede ser hermoso otra vez.
✨ Hoy, no temas mirar las grietas.
Jesús ya ha preparado el oro para repararlas… juntos.